San Salvador, El Salvador, 26 de septiembre, 2017. De las niñas y adolescentes que registraron un embarazo en el año 2015, un total de 7,900 abandonaron la escuela durante o después del embarazo, y únicamente 2,231 niñas y adolescentes se mantuvieron en la escuela. Es decir, 8 niñas y adolescentes por cada 10 que se encontraban estudiando abandonaron su proyecto educativo como consecuencia de la maternidad.
Este es uno de los hallazgos que se destacan en el informe titulado: El costo económico del embarazo en niñas y adolescentes, presentado por el Fondo de población de las Naciones Unidas en El Salvador, el pasado 26 de septiembre, fecha en la que a escala mundial de observa el Día de la Prevención del Embarazo no Planificado.
El estudio primeramente cuantifica el número de niñas que desertaron directamente a consecuencia de la maternidad sobre el grupo de niñas totales que experimentaron la maternidad en el año 2015 y estima los grados de escolaridad alcanzados hasta el momento del abandono del proyecto educativo. Además, se estima la inversión social en el grupo de niñas identificadas y se contrasta con los ingresos perdidos proyectados en términos de recaudación fiscal por el Estado como resultado del desempeño laboral mediado por los ingresos, la participación como población económicamente activa, teniendo como base la escolaridad de las madres adolescentes.
La base del análisis son los embarazos de adolescentes de 10 a 19 años registrados en el año 2015 entre el periodo del 1 de enero al 31 de diciembre. De acuerdo a cifras oficiales del Ministerio de Salud hubo un total de 25,021 adolescentes registradas en control prenatal en unidades de salud de esta institución durante el año 2015.
El estudio tomó en cuenta diversas fuentes de datos nacionales oficiales, bibliografía internacional y utiliza herramientas financieras para estimar la rentabilidad de la inversión social en la educación de las niñas que abandonaron su escuela a efectos de la fecundidad temprana.
Estimación del número de adolescentes embarazadas según grado de escolaridad al momento de la deserción. El Salvador, 2015. |
Fuente: Elaboración propia. |
La premisa que el estudio plantea es que una mayor y mejor educación posibilita mejores oportunidades de empleo y consecuentemente de ingresos, y simultáneamente, mayor oportunidad de recaudación fiscal con mejores posibilidades de mayor inversión social. Por lo tanto, la permanencia de las niñas y adolescentes en el sistema educativo a través de diversas acciones es una importante consideración en el desarrollo y derechos individuales de las niñas que mejora sus beneficios y mejores contribuciones al desarrollo de su país. El matrimonio o unión infantil y el embarazo adolescente amenaza estos derechos y beneficios.
Según la investigación se estima que durante el año 2015 el Ministerio de Educación de El Salvador realizó una inversión promedio de $583.6 dólares por estudiante en educación básica y una inversión promedio de $665,1 dólares por estudiante en educación media.
Además, en las niñas y adolescentes embarazadas que abandonaron su proyecto educativo en el año 2015, el Estado salvadoreño invirtió un monto aproximado equivalente a $27,6 millones de dólares durante toda su trayectoria educativa.
¿Cuál es el resultado final de la estimación de los costos en cuanto al retorno fiscal de la inversión social?
El estudio proyecta a cuarenta años, bajo condiciones similares a las actuales, el aporte en tributos provenientes de las 25,021 niñas y adolescentes que experimentaron la maternidad a diferentes edades. Al comparar el efecto de la fecundidad se observa que el retorno fiscal de la inversión social de quienes experimentaron la maternidad antes de los 19 años de edad será de aproximadamente $33,5 millones de dólares, después de substraer la inversión social pública en educación. No obstante, si estas mismas niñas y adolescentes hubiesen postergado su fecundidad después de los 20 a 24 años en adelante, ese retorno de la inversión sería equivalente a $167,8 millones de dólares respectivamente.
El análisis económico incremental demuestra que si las menores que experimentaron la fecundidad después de los 19 años y antes de los 19 años hubiesen postergado la misma después de los 24 años, el Estado salvadoreño hubiese realizado una inversión social pública en educación adicional de $ 14,4 millones y $ 28,6 millones respectivamente y la sociedad salvadoreña hubiese obtenido $95,7 millones y $134,2 millones de dólares adicionales respectivamente como retorno de la inversión siendo esta equivalente a que por cada $1,0 dólar adicional invertido se hubiese obtenido $7,7 y $5,7 dólares de retorno.
Un proceso continuo para mostrar evidencias y lograr cambios sustanciales
En el Programa de País 2016-2020, firmado por el Gobierno de El Salvador y UNFPA, se acordó entre otros aspectos fomentar la gestión del conocimiento mediante investigaciones sobre derechos humanos e igualdad de género, salud sexual y reproductiva, así como facilitar la armonización entre las instituciones nacionales para aplicar políticas, protocolos y programas públicos que protejan los derechos sexuales y reproductivos, prestando especial atención a los jóvenes y los adolescentes.
De ahí que, con esta nueva publicación titulada El costo económico del embarazo en niñas y Adolescentes, el UNFPA continua sus esfuerzos para propiciar espacios de diálogo, pero con otro lenguaje, dirigido a ciertas audiencias dentro de las cuales la lente social es menos atractiva y quienes buscan cifras tangibles para medir riesgos, pérdidas y ganancias. De ninguna manera el propósito es colocar cifras a cada persona y/o sus historias o decisiones. Más bien, es llamar la atención y a la conciencia con estas pruebas de acierto y error, sobre que las implicaciones de esa maternidad, para muchas de estas niñas y adolescentes una maternidad forzada, escapan a los límites individuales y por el contrario, afecta a la sociedad entera.
Estos esfuerzos por evidenciar la problemática vienen impulsándose desde el año 2016 con la publicación del estudio titulado: Mapa de embarazos en niñas y adolescentes en El Salvador, a través del cual se detallaba el registro de embarazos en niñas y adolescentes en los 262 municipios que conforman el territorio salvadoreño. El cual incluyó otros datos como la cobertura en educación secundaria y las denuncias de violencia sexual, con el propósito de iniciar una lectura amplia de los contextos sociales que rodean el embarazo en niñas y adolescentes.
Además, siempre del 2016, varias instituciones de gobierno entre ellas el Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer, el Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia con el apoyo de UNFPA presentaron el documento titulado: Maternidad y unión en niñas y adolescentes: Consecuencias en la vulneración de sus derechos. Dicho documento se profundizó en el análisis de las causas y consecuencias de las uniones y el embarazo en niñas y adolescentes en los países en desarrollo.
A partir de la publicación y difusión de ambos documentos publicados en el 2016 la problemática tomó un nuevo impulso entre diferentes entidades del Estado, hasta llegar a ser analizada por el Gabinete Económico y Social, en el cual convergen representantes de diversas instituciones.
Este año, en el contexto del Día Mundial de la Población 2017, la oficina de UNFPA El Salvador presentó el documento titulado: El costo social del embarazo y las uniones tempranas en niñas y adolescentes, que compila 14 historias de niñas y adolescentes las cuales simbolizan los 14 departamentos del país. A través de las historias se pone en relieve el costo social del embarazo y las uniones tempranas, muchas veces obnubilado por un escotoma cultural, silenciado por la costumbre y la indiferencia asociada a la violencia sexual, violencia basada en género, entre otros tipos de violencia, a las que se suman el abandono, la falta de oportunidades, el dolor nunca expresado.
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