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Entre 1973 y 2023, el porcentaje de mujeres que tienen 15-49 años subió de 44.7% a 53.2%. Llegado el año 2017 las mujeres en edad fértil alcanzaron la mayor participación de su historia en la estructura demográfica del país (53.8%).

En este contexto El Salvador necesita canalizar recursos para atender las demandas de salud sexual y reproductiva de una población con mayor demanda de servicios, en un entorno sociocultural donde no siempre se favorece el derecho a la planificación familiar y la autonomía de las mujeres. Ahora más que antes, las mujeres en general tienen más oportunidades para decidir cuántos hijos tener y cuándo hacerlo, pero no todas las mujeres tienen las mismas condiciones para poder ejercer ese derecho. 

Con la implementación del Programa de País el UNFPA contribuirá a que las instituciones y comunidades fortalezcan su capacidad para promover e implementar políticas, planes y protocolos, así como mecanismos de rendición de cuentas, para la cobertura universal y el acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva, con énfasis en planificación familiar, especialmente para las poblaciones más rezagadas, en entornos humanitarios y de desarrollo.

Las intervenciones estratégicas serán: 

Respaldar el aumento de la financiación pública de métodos anticonceptivos que permitan a todas las mujeres y jóvenes salvadoreños decidir si quieren y cuándo tener hijos.
Contribuir a modernizar y mejorar el sistema de información y gestión logística de medicamentos y métodos para reducir las desigualdades de acceso en el territorio.
Sumar esfuerzos para desmentir mitos y prejuicios sobre la salud sexual y reproductiva.
Promover los estándares de calidad para la atención en salud sexual y reproductiva para adolescentes.
Fortalecer las competencias del personal de salud que ofrecen servicios de anticoncepción, incluidos los métodos de larga duración.
Expandir a través de la innovación y las nuevas tecnologías el acceso a servicios de anticoncepción, libre e informada para llegar a más mujeres, adolescentes y jóvenes que los necesiten, incluyendo a aquellas pertenecientes a los grupos en mayores condiciones de vulnerabilidad.