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Adolescencia y juventud

Desde 2019, El Salvador experimenta la llegada del momento óptimo del bono demográfico, entendida ésta como la etapa demográfica en donde la carga etaria de la población en edad potencialmente dependiente (menor de 16 y mayor de 60 años) sobre la potencialmente productiva (16 a 59 años) cae hasta alcanzar niveles altamente favorables para la acumulación de activos económicos (una relación de dos personas dependientes por dos productivas, lo cual se traduce en una tasa de dependencia de 66.67%).

  Bono demográfico de género y su impacto en el crecimiento económico de El Salvador
 

Esta ventana de oportunidad demográfica alcanzará su clímax en 2035, cuando la tasa de dependencia demográfica alcance su punto más bajo (63.48). Luego, comenzará a cerrarse progresivamente, a medida que la tasa de dependencia vuelva a tener valores superiores al umbral deseable (66.77%). Sin embargo, el cierre de este momento óptimo sucederá hasta después de 2050. Entre 2020 y 2050, El Salvador experimentará una era demográficamente óptima para el crecimiento económico.

En su Programa de País, el UNFPA que hacia el año 2026 adolescentes y jóvenes, en particular mujeres, incrementen sus capacidades y oportunidades para prevenir embarazos no deseados y garantizar su autonomía corporal, liderazgo y participación.

 

Las intervenciones estratégicas serán: 

 

Apoyar los esfuerzos institucionales para la implementación de programas de educación integral sobre sexualidad, basados en estándares internacionales, en entornos escolares y extraescolares, dirigidos a adolescentes y jóvenes de acuerdo a su desarrollo, tratando de llegar a aquellos en mayores condiciones de vulnerabilidad, incluidos los adolescentes y jóvenes con discapacidad, indígenas o migrantes.
Apoyar la coordinación interinstitucional a nivel nacional y local de la ENIPENA.

Ampliar la implementación territorial del modelo municipal transformador de género para la autonomía de niñas orientada a la prevención de los embarazos en la adolescencia (incluido el segundo embarazo), las uniones tempranas y la violencia sexual en los territorios prioritarios.

Apoyar el diseño de soluciones innovadoras, empleando tecnologías de la información y la comunicación, para proporcionar información sobre los derechos sexuales y reproductivos y la violencia de género en adolescentes y jóvenes.
Reforzar las capacidades de las organizaciones de adolescentes y jóvenes, en particular aquellas de los grupos en mayores condiciones de vulnerabilidad, para generar una participación y liderazgo eficaces que fomente la igualdad de género, derechos humanos, desarrollo sostenible y consolidación de la paz.
Apoyar los esfuerzos estatales para la expansión territorial de los servicios de salud sexual y reproductiva amigables para adolescentes y jóvenes.
Generar espacios y oportunidades para fortalecer el liderazgo y empoderamiento de las niñas y adolescentes, a través de la iniciativa Lideresas para la vida.
Promover acciones encaminadas al incremento de la cobertura escolar y a la permanencia de las niñas y adolescentes en la escuela, sumando esfuerzos de diferentes actores nacionales e internacionales, incluyendo la diáspora salvadoreña.