Cada vez queda menos para el 2030, la fecha límite para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de los propios objetivos transformadores del UNFPA: acabar con las necesidades insatisfechas en materia de planificación familiar, poner fin a las muertes maternas evitables y erradicar la violencia de género y las prácticas nocivas, como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil. Es el momento de acelerar, no de retroceder, para transformar la vida de las mujeres y las niñas y llegar a las más rezagadas. Evitar los embarazos no intencionales es un primer paso innegociable. Cuando los individuos pueden tomar verdaderas decisiones informadas sobre su salud, su cuerpo y su futuro, están en situación de contribuir a unas sociedades más prósperas y a un mundo más sostenible, equitativo y justo.