Este estudio contempla cinco dimensiones de análisis: participación laboral, ingresos laborales, educación, salud e ingresos fiscales. Las tres primeras tienen un impacto a nivel de la sociedad, específicamente en las mujeres y sus familias; las últimas dos tienen un impacto relevante a nivel estatal en la medida que condiciona los gastos e ingresos públicos relacionados al evento de la maternidad temprana en el país.
El embarazo durante la adolescencia y la maternidad temprana tienen efectos importantes sobre el curso de vida de las mujeres y determina un acceso desigual a recursos y oportunidades afectando su nivel de desarrollo. El estudio muestra que las mujeres que fueron madres adolescentes abandonan su trayectoria educativa de manera temprana. El 73.1% de ellas solo alcanzaron el primer ciclo de educación básica, el 24.4% finalizaron bachillerato y solo el 2.6% alcanzaron un nivel de educación superior. Mientras que las mujeres que fueron madres en su edad adulta lograron mayores niveles educativos: 9.3% educación superior y 39.4% concluyeron el bachillerato.
El estudio estima en 113 millones de dólares el impacto económico anual lo que representa el 0.35% del PIB. Según el Banco Central de Reserva, en el segundo semestre del 2023, el sector de servicios inmobiliarios representó un 0.4% del PIB, lo que ofrece una idea de la dimensión del impacto económico en la problemática a nivel nacional.