La potenciación del papel de la mujer fue una meta central en materia de políticas, tanto en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) celebrada en El Cairo en 1994, como en la cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995.
Este informe, una contribución al examen de los adelantos logrados en la aplicación de la plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, "Beijing + 5", trata de la salud reproductiva y sexual y de los derechos reproductivos y sexuales como componentes necesarios y de importancia vital de la potenciación del papel de la mujer a lo largo del ciclo de la vida.