La epidemia del SIDA puede que sea la catástrofe de salud más devastadora de la historia de la humanidad. La enfermedad continúa destruyendo a familias y comunidades en todo el mundo. Aparte de los 25 millones de personas que habían muerto de SIDA para finales de 2005, en la actualidad existen por lo menos 40 millones de personas infectadas con el VIH.