NACIONES UNIDAS, NUEVA YORK. El pasado lunes 22 de septiembre más de 140 presidentes y presidentas, así como delegados y delegadas de todo el mundo reafirmaron hoy un fuerte apoyo político de sus países a la histórica Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD).
Durante la CIPD, celebrada en 1994 en Cairo, Egipto, 179 gobiernos acordaron un programa de 20 años de acción, que incluyó una nueva y audaz visión sobre las relaciones entre la población, el desarrollo y el bienestar individual. Se reconoció que el tema de población no se trataba de números, sino de personas, y que la igualdad social, económica y política, incluyendo la salud y los derechos sexuales y reproductivos, fueran la base para el bienestar individual, para un crecimiento más lento de la población y para el desarrollo sostenible.
Dirigiéndose a la Asamblea General de las Naciones Unidas para la sesión especial de hoy sobre el seguimiento de la CIPD después de 2014, líderes mundiales acordaron que la CIPD es tan relevante hoy como lo fue en 1994. También señalaron el considerable progreso en el logro de sus objetivos en las últimas dos décadas, particularmente en la disminución de la pobreza, el mejoramiento de la salud materna y el énfasis en la educación para las niñas. Sin embargo, añadieron, es mucho lo que todavía se debe hacer para mejorar la calidad de vida de todas las personas.
La conferencia de El Cairo era "un punto de inflexión global", dijo Ban Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas, en su discurso de apertura de la sesión especial. "Su Programa de Acción se construyó sobre los principios fundamentales que afirman que el desarrollo debe centrarse en las personas. También enfatizó el valor de invertir en las mujeres y las niñas, y afirmó la importancia de la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos".
"En la Conferencia de Cairo, el mundo estuvo de acuerdo en que cuando las mujeres y las niñas reciben la educación que merecen, las sociedades son más productivas", agregó el Sr. Ban. "Cuando se protegen sus derechos, las sociedades son más justas, y cuando ellas tienen el poder de determinar su propio futuro, las sociedades se fortalecen".
El Secretario General de la ONU también reconoció al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) "por haber dirigido nuestro impulso global para transmitir el Programa de Acción de El Cairo a un cambio significativo para tantas personas."
El mandato de Cairo define el principio de desarrollo enfocado en las personas en términos reales, y "cambió para siempre la forma en que percibimos la población y el desarrollo," dijo el Director Ejecutivo de UNFPA, el Dr. Babatunde Osotimehin. "Se cambió el enfoque de la cantidad de seres humanos, hacia la vida humana, el bienestar humano y los derechos humanos. Cairo se aseguró que un principio fundamental del desarrollo fuese darse cuenta que la dignidad y los derechos humanos son un vehículo para lograr nuestros objetivos conjuntos".
En los últimos 20 años, dijo el Dr. Osotimehin, "hemos visto cientos de millones de personas salir de la pobreza, la paridad de género en la educación primaria, un menor número de mujeres que mueren durante el parto y también hemos visto más mujeres en la fuerza laboral. Estos avances muestran lo poderoso que puede ser el desarrollo basado en la dignidad y los derechos humanos". Sin embargo, añadió, "todavía nos queda un largo camino por recorrer. Nuestro mundo está creciendo cada vez más desigual, y, con demasiada frecuencia, las mujeres y las niñas se llevan la peor parte."
"No podemos hablar de desarrollo sostenible sin asegurar que se cumplan las necesidades de los jóvenes, que le demos voz a sus aspiraciones, y que los incluyamos en la toma de decisiones", reiteró el Dr. Osotimehin. "No podemos hablar de desarrollo sostenible sin abordar el empoderamiento de las mujeres, la desigualdad de género, la discriminación y la violencia. No podemos hablar de desarrollo sostenible sin asegurar que se cumplan los derechos y la salud sexual y reproductiva de todos".
Estas cuestiones, añadió el Dr. Osotimehin, "deben estar en el corazón de la agenda post-2015 para asegurar que las generaciones actuales y futuras se compongan de personas resistentes, adaptables, creativas, innovadoras, y que éstas personas sean capaces de construir sociedades fuertes. Si podemos hacer esto, podremos hacerle frente a cualquier desafío que enfrente nuestro mundo hoy y mañana".
La sesión especial se llevó a cabo para renovar el apoyo político para el mandato plasmado en Cairo. También destacó los logros y las deficiencias en la aplicación del Programa de Acción de la CIPD, así como las prioridades para la acción futura, basado en una reciente revisión global de la agenda.