A través de la Iniciativa Llegar a Cero se ha implementado un plan de formación en habilidades emprendedoras, diseñado específicamente para adolescentes embarazadas o que ya son madres. Este programa ha logrado empoderar a estas adolescentes a través del desarrollo de habilidades emprendedoras y el apoyo para la creación de sus propios negocios, mientras continúan sus estudios, con el objetivo de aumentar su autonomía económica. Katherine es una de estas adolescentes.
Su vida cambió a los catorce años: fue madre. Katherine Torres, ahora de diecinueve años, vive en la zona rural, entre las montañas que colindan con Santo Domingo de Guzmán, uno de los municipios del departamento de Sonsonate, a setenta y seis kilómetros al occidente de la capital, en El Salvador.
Para mí ser madre fue un proceso bien difícil, ya que a esa edad uno no tiene los conocimientos adecuados para cuidarse en el proceso de gestación.
En ese momento estudiaba en el octavo grado y me tocaba decidir cómo hacer cada día: ir a clases, pero también ir al control de gestación. A veces perdía una cosa por ir a otra, fue bien difícil. La verdad lloré mucho, casi durante todo el embarazo. Lloré porque no sabía cómo hacer.
En total estuve acompañada tres años. En el 2022 me separé del papá del niño porque él no quería que siguiera estudiando. Me decía: ‘es mucho gasto, es mucho tiempo, tienes otras responsabilidades en la casa’. Yo pensé: no puedo seguir así con él. Sentía algo raro, como que me amarraban.

En ese momento de la separación, mi mamá me apoyó incondicionalmente. Estoy muy agradecida porque fue un apoyo que no todas las chicas tienen a esa edad. A muchas, cuando tienen hijos a temprana edad sus familias las rechazan, las echan a la calle. Mi mamá me dijo: ‘si sentís que aquí vas a estar bien yo te abro las puertas, yo te voy a cuidar al bebé’.
Así fue como en el 2022 reinicié el bachillerato. A mí me gusta estudiar, soy muy activa en clases, me gusta participar. Un día la profesora que nos estaba impartiendo la materia de habilidades para la vida me comentó que en la alcaldía de Santo Domingo de Guzmán estaban impartiendo unos talleres de un proyecto que se llama Llegar a cero embarazos en niñas y adolescentes. En ese momento fue como que vi una luz en aquella oscuridad que yo sentía. Yo pensé: tengo donde ir.
Mi mamá me acompañó porque llevamos a mi hijo. Fue una experiencia bien bonita que ha durado dos años. Incluso, todavía estoy en ese proceso. Allí fue donde gané una actividad de emprendimiento de granja de cerditos. Me recuerdo que esas fechas me desvelé mucho. Tenía que escribir el formulario, hacer cuentas, saber cuánto iba a necesitar de dinero para iniciar, ya que nos habían dado una cantidad de dinero inicial. Así comencé con mi emprendimiento.
Ahora mi bebé ya tiene cuatro años, está estudiando en el kínder. Yo estoy estudiando en la Universidad, estoy en el segundo ciclo de la licenciatura en psicología. La universidad me queda lejos, casi a cuatro horas desde mi casa. Estudio la licenciatura en psicología porque podré apoyar a las personas. Quiero ser como una luz para algunas señoritas que estén en momentos complicados, como los que yo pasé. Quiero ayudarlas, orientarlas, compartirles conocimientos y experiencias.