15 de marzo, 2017. La Alcaldía de San Rafael Cedros fue nuevamente la anfitriona, esta vez para representantes de diferentes instituciones que atienden a niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual.
El proyecto enfocado en Mejorar la atención a las niñas y adolescentes víctimas de violencia en San Rafael Cedros, que contó con el apoyo de la embajada del Reino Unido, tuvo su jornada de clausura con la participación de más de doscientas personas.
A través de este proyecto se desarrollaron jornadas de formación con funcionarios y funcionarias públicas para fortalecer los conocimientos sobre los roles institucionales en la atención a niñas y adolescentes que enfrentan violencia sexual y que están establecidos en el marco legal de protección de la niñez y de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres.
En los talleres también se abordó y reforzó el enfoque de derechos humanos, género y protección a las víctimas, como fundamentos claves para la atención integral con calidad y calidez, con énfasis en las víctimas de violencia sexual menores de 18 años. En las diferentes jornadas se facilitó el intercambio de experiencias entre las y los representantes de las instituciones locales, aplicando técnicas metodológicas diversas a partir del análisis de casos y situaciones concretas.
Los aportes de todos los talleres ayudaron a las instituciones en el proceso de discusión y aprobación de la Ruta Local Interinstitucional para la atención de niñas, niños y adolescentes que enfrentan violencia. Esta herramienta se vuelve relevante para el país, pues es la primera ruta acordada y validada por las entidades rectoras de niñez y mujer (CONNA e ISDEMU), además de contar con la participación de las diferentes instituciones locales que se activan ante este tipo de situaciones.
También hubo participación para los protagonistas y beneficiarios del proyecto. A través de una metodología lúdica y participativa, que consistía en el dibujo de lugares de mayor riesgo de violencia sexual un grupo de 82 niñas y niños del ámbito rural y urbano, mostraban dónde se sentían seguros y dónde no y sus razones. A partir de este ejercicio, se les fue brindando información sobre su derecho a vivir libres de violencia, cómo detectar la violencia y las agresiones, y a quiénes recurrir en caso de ser víctimas.
Las diferentes instituciones que participaron del proceso acordaron realizar reuniones periódicas para monitorear que la ruta se implemente conforme a lo acordado.