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Sonsonate, El Salvador. 8 de junio, 2020. Piel morena, mirada profunda y de palabras sencillas, lejos de la grandilocuencia de otras personas cuando comienzan una conversación.  María Morales llegó junto a otras mujeres para recibir el kit de limpieza y alimentos. Los recibió y caminó hacia un lado para esperar que todas recibieran los kits.

María, de cincuenta y cinco años, forma parte de una población indígena Nahuat que aún convive en el cantón Pushtan, uno de los  quince cantones del Municipio de Nahuizalco, en el departamento de Sonsonate, a setenta kilómetro de San Salvador, la capital.

 
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Hasta el nueve de junio Nahuizalco era el municipio de Sonsonate con mayores casos de COVID19 , según los registros del gobierno (>> ver). A ello se sumó la emergencia generada por las lluvias producto de la tormenta tropical Amanda, cuyos efectos provocaron la muerte a por lo menos treinta personas en diferentes partes del país, así como daños en infraestructura y cultivos.

El cantón Pushtan se ubica entre cerros y ríos. A cuatro kilómetros de Nahuizalco. Sus viviendas humildes han venido soportando  por años la actividad de los fenómenos naturales de origen geológico (por su cercanía a volcanes), y en este año producto de la tormenta tropical siendo afectados de manera muy especial por los ríos que rodean al municipio.

Con un tono sereno María resume lo vivido en estos días. “Ha llovido fuerte. Sí. Toda la siembra se perdió con la lluvia. El maíz, los poquitos frijoles y otras siembras, todo se perdió”

María se detiene para saludar, a la distancia, a una amiga que ya recibió sus kits, y agrega: “para nosotros es bastante esto que nos han dado, porque algunas veces no tenemos ni para sal. Por eso siento que esto que nos dan es bastante. Es una bendición”

Todas las mujeres fueron ubicándose en un círculo para escuchar las palabras de ánimo que les daría la directora del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), Sofía Recinos, y el Representante de UNFPA, Hugo González. La jornada para la entrega de los Kits fue organizada por el ISDEMU con el apoyo del Consejo Nacional de Administración de Bienes.

Aunque las mascarillas cubrían parte de su rostro sus ojos revelaban la alegría, el agradecimiento sincero del grupo de mujeres  a las que la lluvia les dio una tregua esa mañana, para poder llegar hasta el pueblo y regresar a sus casas con provisiones.